A pesar de los avances que se verificaron en el país con relación a la cobertura de la seguridad social de las empleadas domésticas, la posibilidad de participar en las negociaciones salariales tripartitas y otros beneficios, siguen teniendo una proporción abrumadora de trabajadoras informales. La cuarentena, el distanciamiento social, las prevenciones para evitar la propagación de la pandemia afectan los ingresos de las empleadas domésticas disminuyéndolos si tienen acceso al subsidio por desempleo, aumentan los despidos, y quienes no están cubiertas por la seguridad social, la mayoría, perderán todos sus ingresos. Esto tendrá para ellas un grave impacto sobre su bienestar y el de sus hogares, pero también, limitará sus posibilidades de autonomía personal e independencia. En el otro extremo de la relación ¿quién resolverá lo que hasta hoy resolvía la empleada doméstica? ¿Se ocupará la familia o las mujeres del hogar? ¿Cuánto operará esta nueva situación como restricción a las p...
Comentarios
Publicar un comentario